lunes, 29 de febrero de 2016

Práctica Astrológica



La práctica astrológica se encuentra actualmente en un estado de cambio constante dependiente de una amplia diversidad de escuelas, culturas, ideologías, religiones, grupos, filosofías, personas, ideas... y de paso, porque no decirlo también, intereses económicos de toda índole.
    

En esta desordenada situación donde las costumbres, prácticas y teorías astrológicas son tan diversas como versátiles, resulta muy contradictorio y nada uniforme la práctica astrológica pues se ve sometida constantemente a una multitud de escrutinios desde incontables perspectivas, que no ayuda, en mi opinión, a consensuar una práctica astrológica que resulte realmente útil y eficaz para la persona que verdaderamente necesita de legítima ayuda astrológica profesional.

¿Te imaginas a tu médico ofreciéndote un tratamiento propio de la época medieval? ¡Por supuesto que no! Si bien, los principios pueden no haber variado demasiado, sí lo han hecho las técnicas y los tratamientos terapeúticos.

Lo mismo ocurre en astrología, si bien los principios no han cambiado demasiado, sí lo han hecho las técnicas y los procedimientos a aplicar. Sin embargo, la mayoría de la práctica astrológica actual se ha vuelto más introspectiva y psicológica que pragmática y realmente útil en su aplicación, encontrándose sumida en un profundo letargo oscurecido por la tendencia esotérica de muchos de sus practicantes, especialmente en los países hispano-latinos, incapaces en muchos casos de separar la historia de la metodología astrológica de su práctica actual, y ésto en su mayor parte es debido a la inexistencia de una formación académica reglada.

La astrología es fundamentalmente una ciencia del tiempo. Como ciencia la astrología es progresiva, no incremental, esto quiere decir que evoluciona pero conserva, no descarta elementos válidos del pasado; así por ejemplo tan efectivos y funcionales resultan algunos cronocratores usados en el siglo II como el método de Liberación Zodiacal derivado del trabajo del astrólogo Vettius Valens, como las direcciones primarias topocéntricas, un método derivado del trabajo de varios investigadores durante el siglo XX. Aquellos elementos (conceptos, sistemas, etc) que sin embargo no resultan ya efectivos o han sido superados con el avance del conocimiento moderno, se van sustituyendo por otros nuevos. En esta categoría científica entraría también la medicina. Por el contrario, y al revés, las ciencias incrementales descartan automáticamente y de manera definitiva todo conocimiento anterior, sobre la base del cual se van reconstruyendo continuadamente, impidiendo así el uso y desarrollo independiente de elementos y sistemas pasados. La mayoría de las ciencias derivadas de la tecnología moderna entran en esta clasificación.

La astrología no es un sistema de creencias esotérico y cerrado. Está en continuo avance como cualquier otra ciencia moderna, de hecho los más recientes avances en astrología se produjeron todavía en el siglo pasado y las investigaciones continúan en diversos campos de su teoría y aplicación en la actualidad. Debido además a la inminente expansión de la presencia humana en otros planetas de nuestro Sistema Solar, no cabe duda alguna de que el siglo XXI marcará un punto de inflexión sin precedente en la historia de la astrología, lo que muy posiblemente derive en una nueva especialidad astrológica no conocida hasta el momento. Quedan lagunas todavía por aclarar, al igual que en tantas otras ciencias ocurre lo mismo. No existe ninguna disciplina científica que esté terminada, completada y clausurada, donde hay ciencia hay potencial de conocimiento en constante expansión, y la astrología ha sido considerada una ciencia durante casi toda la historia, como lo sigue siendo considerada por los conocedores de la misma en la actualidad.

Todavía no se ha descubierto (o establecido por unanimidad dentro de la comunidad astrológica moderna) cual es el planeta regente de Tauro por ejemplo, que para cada vez más astrólogos por afinidad sería la Tierra, pero que muy posiblemente esto no se logre asimilar hasta que no nos movamos a otro planeta de nuestro Sistema Solar y veamos a la Tierra desde otra perspectiva. Tampoco hay consenso sobre cómo integrar en la interpretación y pronóstico astrológico moderno (natal y mundano) planetas como Sedna que se encuentran dentro de los límites de nuestro Sistema Solar y que han sido recientemente descubiertos. Algunas técnicas astrológicas modernas como la ciclo*astro*carto*grafía están todavía en desarrollo, mientras múltiples estudios e investigaciones en distintos campos astrológicos se están llevando a cabo, en especial en el campo de la astrología predictiva. Y es que precisamente al igual que todavía no se ha descubierto la cura para el cáncer o el sida, suelo poner la medicina como ejemplo comparativo debido a la larga tradición histórica de influencia entre ambas ciencias.

Cuando una persona solicita la orientación de un astrólogo, lo que necesita es ayuda concreta y determinada para la situación o circunstancia que motiva la consulta. Necesita de un diagnóstico y un pronóstico objetivos, del mismo modo que cuando acude a una consulta médica. No salir de la consulta más confundida/o de lo que estaba cuando entró. Veo a demasiados colegas practicando una astrología relativa, muy poco concreta y nada enfocada a soluciones prácticas, imbuidos por toda la corriente psicológica relativista actual, que desde diferentes ideologías ofrecen a sus consultantes mucha información pero muy contradictoria y muy poco conclusiva, de la cual soy muy crítica pues no ayuda a la persona afligida a solucionar nada concreto.

Muchos de estos amateurs de astrología (autodenominados "astrólogos" ante la falta de una regulación oficial de la profesión) que se ofrecen a interpretar Cartas Natales se han "formado" a base de leerse textos aleatorios de autores dispersos en su mayoría de la época medieval, es decir, de una época en la que se consideraba que la Tierra era plana y se creía que sólo existían únicamente cinco planetas más dos luminarias, el Sol y la Luna. En un contexto histórico en el cual la práctica astrológica giraba en torno principalmente a la interpretación de Cartas Horarias, se han creado una visión cerrada de la astrología como filosofía hermética que usan en pleno siglo XXI para interpretar Cartas Natales 
aplicando para ello una metodología inadecuada, muchos de ellos mismos se denominan así mismos como "astrólogos tradicionales o clásicos" cuando no existe en realidad tal separación dentro de la continuidad evolutiva de la ciencia astrológica, pues esto sería como si un médico se denominase a sí mismo "médico medieval o clásico" y únicamente practicase métodos curativos de aquella época como las sangrías para tratar a sus pacientes, simplemente absurdo. Por ejemplo, el uso de las dignidades esenciales (domicilios, exaltaciones y demás) si bien tienen cierta importancia en la interpretación de una Carta Horaria, son absolutamente irrelevantes en la interpretación de una Carta Natal (objetivo principal de estudio en el contexto histórico actual) en la cual se aplica una metodología completamente distinta. En estos casos no sólo la metodología aplicada es errónea sino también toda la base en la cual se fundamenta, lo que resulta en una práctica astrológica muy poco ética y sumamente irresponsable.
 
Es frecuente y no menos sorprendente, que bastantes practicantes de astrología la hayan llegado a descubrir ya bien entrada la edad adulta tras haber sufrido algún tipo de trauma existencial o por cualquier otra circunstancia vital. Entonces creen que la astrología es la respuesta a todo y les abre un nuevo mundo alternativo bajo cuyo prisma su vida encuentra sentido. Muchos de ellos suelen incluso dejar sus anteriores profesiones para volcarse de lleno en la astrología, aunque son muy pocos los que cursan estudios en centros de enseñanza reconocidos dentro de la comunidad astrológica  para obtener un mínimo de acreditación en la materia. Es muy común que cuando leemos los currículums de la mayoría de estos astrólogos veamos que suelen presentarse asímismos como licenciados en otras materias completamente ajenas a la astrología, y despues incluyan un breve comentario diciendo que les apasiona la astrología y en realidad se dedican a ello, o algo similar, como de manera subordinada a otros títulos profesionales. Siempre me ha sorprendido mucho ver cómo estos practicantes anteponen otros títulos o diplomaturas sin llegar ni siquiera a disponer de una cualificación mínima en astrología. Pues siempre he considerado que lo lógico por normal es anteponer una formación académica acreditada en astrología como lo primero a mostrar si lo que se pretende es dar clases o consultas astrológicas. Resulta muy incongruente decir "soy licenciado en informática" pero "me dedico a la medicina". En el caso de la astrología es igual de contradictorio no tener la formación adecuada para poder ejercerla, y por este motivo el intrusismo profesional que sufre la práctica astrológica es desproporcionadamente mucho más alto y desolador que en cualquier otra profesión que también requiera de estudios superiores de rango universitario.


Toda práctica astrológica seria debe incluir el estudio de las estrellas fijas, sin embargo recientes encuestas llevadas a cabo en los últimos años en foros de temática astrológica revelan que sólamente un 40 por ciento de los astrólogos usan las estrellas fijas en su trabajo. Y, lo que es todavía más alarmante, sólo el 10 por ciento de los mismos aplica la metodología correcta original (star parans) para analizar las posiciones estelares en sus verdaderas posiciones celestes, sin proyectarlas sobre la eclíptica, que es la trayectoria aparente de otra estrella, el Sol, vista desde la Tierra. Esta proyección distorsiona no sólo la posición real de las estrellas sino que anula sus propias voces tratando de convertirlas al lenguaje solar, alterando así su marco de referencia natural. Aquellos otros que sólamente usan los planetas pero se olvidan de las estrellas posiblemente sería más adecuado que se denominen planetólogos en vez de astrólogos, siendo éstos últimos quienes originalmente se interesaron por las estrellas mucho tiempo antes que por los planetas.

Otro síntoma de la decadencia de la práctica astrológica seria la vemos en otros campos que no guardan relación ninguna con la astrología, pero que intentan influenciarla. Últimamente se ha puesto de moda el surgimiento por ejemplo de la llamada "astrologia queer" basada en la ideología de género. Se trata de una hipótesis surgida de numerosos equívocos y manipulaciones incluyendo falsificación de datos, sin ninguna base científica, por eso se llama ideología. Esta ideología se fue permeando sigilosamente en las ciencias sociales durante las pasadas décadas y ahora intenta incrustrarse también en el ámbito astrológico. Para un "astrólogo queer" las mujeres también pueden ser de Marte y los hombres de Venus, llegando incluso a convertir a planetas como Eris en icono lésbico o a Urano como icono gay. Para ellos el Sol y la Luna no existen en su significado tradicional sino que estas luminarias supuestamente son dos extremos de una escala de tonos grises entre ambas polaridades, masculina y femenina, sin que deban tenerse en cuenta por su propio significado astrológico original.


En definitiva, tras muchos años de práctica astrológica me parece incuestionable la responsabilidad que todo astrólogo tiene con su consultante; el propósito de la consulta astrológica es poder ayudar a quien legítimamente lo necesita, de manera que no es posible mediante ninguna otra disciplina, de forma útil, objetiva y práctica, realista y coherente con la astrología actual del siglo XXI. Es lo que al fin y al cabo, hace única la consulta astrológica.

Ms. Tricia Arias. Astróloga.
     


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Bienvenida

Tricia Arias
¡Hola! Bienvenida/o a mi blog de astrología, a través del cual iré publicando entradas "post-progresivas" que seguro te van a resultar muy interesantes, tanto si estás interesada/o en el arte y ciencia de la Astrología como si eres estudiante o astróloga/o profesional.

Mi larga experiencia como astróloga y mi continuo criterio propio que me hace siempre cuestionarlo todo, me ha llevado a lo largo de los años a conclusiones muy esclarecedoras sobre la práctica de la astrología y su verdad intrínseca. Iré exponiendo algunas de esas conclusiones a través de este blog, que espero se vaya convirtiendo poco a poco en un medio de expansión de conocimiento y comunicación entre nosotros.
 

Desde ya quiero decirte que me encantaría ser tu astróloga personal y asesorarte a lo largo de tu trayectoria vital.
 

Puedes contactar conmigo cuando así lo desees y para mí será un verdadero placer conocerte. Asímismo también puedes seguirme a través de mi página personal de Facebook y también a través de mi página de Reportes Astrológicos.

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¡Que tengas un estupendo dia o una fabulosa noche bajo las estrellas!
 

Ms. Tricia Arias. Astróloga.

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