La Estrella de Belén

La Estrella de Belén fué, según la tradición cristiana, el astro que guió a los Reyes Magos (astrólogos de corte) ni más ni menos que hasta el lugar de nacimiento de Jesús Cristo, el Hijo de Dios. En el Evangelio de Mateo (2:1-12) se menciona que estos sabios astrólogos vieron levantarse por el oeste La Estrella de Belén y entonces viajaron siguiéndola, la cual iba delante de ellos mostrándoles el camino hasta que se detuvo justo encima del lugar exacto donde había nacido el niño.

¿Puede exisitir una evidencia más brillante de la exactitud de la Astrología a lo largo de toda la historia de la humanidad?

El suceso ya habia sido predecido mucho antes del nacimiento de Jesús Cristo, quedando registrado en el Antiguo Testamento (Números 24:17) en el cual encontramos, además, multitud de otras indicaciones de fenómenos puramente astrológicos, como Eclesiastés 3:1: "Bajo el cielo -en la tierra- hay un tiempo señalado para todo y un momento para cada suceso".

Hubo muchos intentos de explicar científicamente la Estrella de Belén. Algunos académicos pensaron que se trataba de un cometa, algunos astrólogos posteriormente intentaron relacionar el suceso con una supuesta conjunción planetaria (Júpiter-Saturno) entre ellos el propio Johannes Kepler; y más recientemente, algunos astrónomos sugirieron la teoría de una posible supernova (una explosión estelar) entre otros muchos intentos de explicar la Estrella de Belén, pero todos ellos intentos fallidos hasta la actualidad, pues los registros históricos no proporcionan indicio alguno de ninguna de estas suposiciones que coincidan con en el momento del nacimiento de Jesús Cristo. No existe hasta el momento explicación científica alguna que evidencie su verdadero origen.

No existe tampoco ningún texto explícitamente contrario a la astrología natal en ninguna de las Sagradas Escrituras de todas las religiones conocidas actualmente en la Tierra.

Sin embago, y a pesar de ello, la práctica de la astrología predictiva fué atacada y condenada en numerosas ocasiones por la iglesia católica. Algunos de estos religiosos malinterpretaron la astrología creyendo que ésta pretendía predecir el destino de los hombres en lugar de Dios, aunque con numerosas excepciones; cabe destacar la del Papa Julio II, que era un entusiasta partidario de la astrología en todas sus vertientes, de hecho el momento de su "coronación" como pontífice fué elegido por sus propios astrólogos.

La única pista que podemos obtener hasta la actualidad sobre el origen de la Estrella de Belén proviene de las mismas Sagradas Escrituras que dan testimonio de la misma. Según el Evangelio de Juan (8:12) Jesús Cristo dijo: "Yo soy la luz del mundo".

Ms. Tricia Arias. Astróloga.